Siempre me decías
yo te quiero mucho,
pero fue un engaño
todo aquel amor,
que al convertirse en realidad
más tarde fue una decepción.
Hoy pasan los días
y pasan las horas,
pasarán los años,
pero en el dolor de mi amargura
tú serás la dueña de mi corazón.
Por qué negar que nos amamos
de corazón a corazón,
si amamos siempre nos juramos
por qué negar esta ilusión de amor.
Y pasan los días,
y pasan las horas,
pasarán los años,
pero en el dolor de mi amargura
tú serás la dueña de mi corazón